Mi cuñado el fotógrafo

El término ‘cuñadismo’ se ha puesto de moda en España. Supongo que hace referencia a esa tendencia al ‘sabelotodismo’ que tenemos los españoles, a opinar sobre cualquier cosa sin tener ni idea, a conseguir las cosas más baratas que el vecino, y a saber hacerlo todo mejor que nadie…

Nunca habéis escuchado eso de: “Costaba 1000 euros, pero yo lo conseguí por 800”. Cuando oigo eso a mí me dan ganas de decir: “pues yo pagué 1200 aunque costaba 1000, es que yo sí soy tonto, ni siquiera voy a MediaMarkt”.

Mi cuñado dice que es fotógrafo, como el 30% de los habitantes del planeta. Se me ocurrió la brillante idea de pedirle que se encargara de sacar fotos a la familia en el Bautizo de mi hijo. A ver, que sabía desde el principio que era un error, pero es como cuando ves un cartel que pone “no cruzar” y lo cruzas solo para comprobar por que no había que cruzarlo. Queremos saber…

Han pasado dos meses. Mi mujer quiere hacer un estor fotográfico para la habitación del bebé con una de las fotos del bautizo. Pero no tengo noticias de mi cuñado. Lo que pasó fue lo siguiente.

Le comenté que si me podía pasar las fotos por email, por algunas de esas webs que permiten descargar archivos de mucho peso. Él me dijo que por supuesto, pero que conocía una página mejor que la que yo le había recomendado. Hombre, faltaría más.  

Pocos días más tarde recibo un mensaje por WhatsApp: me va pasar las fotos por ahí. Yo me digo: vale, así podré hacer ya el estor fotográfico que quiere mi mujer, aunque habíamos quedado que me las pasaba de otra manera, pero vale…

Cuando empiezo a ver las fotos, sorpresa… Todas llevan una marca de agua, su firma de fotógrafo. Menudo percal, como dicen en mi pueblo. Entonces me comenta que se le olvidó quitar la marca de agua y que tiene que volver a procesarlas o no sé qué historias. Porque no voy a hacer un estor con una foto con una firma enorme atravesada… Dos meses después, sigo esperando las fotos sin firma…