¿Quién va a resolver las dudas de tus clientes?

Una empresa de pequeño tamaño se ocupa de todo con poco personal. Por ejemplo, las personas que atienden la oficina muy frecuentemente se ocupan también de la recepción y de atender personalmente a quienes acuden en persona para solicitar citas o para realizar pedidos.

Lo mismo ocurre con el teléfono. El personal de oficina suele encargarse de atender las llamadas entrantes y de resolver dudas y problemas de todos aquellos clientes que tienen algo que preguntar sobre los productos o que quieren saber sus características. Pero cuando la empresa comienza a crecer es normal que haya un mayor volumen de llamadas. En este momento, empiezan los problemas ya que el personal administrativo se encuentra en una posición complicada: o atienen el teléfono o realizan su trabajo principal.

Si no se pone una solución rápida puede ocurrir que no se haga bien ninguna de las dos cosas. O bien estarán respondiendo demasiado rápido a las llamadas sin cuidarlas como se merecen o bien estarán haciendo esperar demasiado a la gente que llama porque no son capaces de atender a todo.

En estos casos lo más inteligente suele ser subcontratar el servicio de atención al cliente teléfonico con una empresa contac center coruña. Ellos no solo pueden encargarse de atender las llamadas y dar una respuesta eficiente según los manuales que se les hayan entregado, también pueden llevar a cabo otro tipo de campañas, como por ejemplo, publicidad telefónica.

En un momento de crecimiento son muchas las empresas que deciden llamar a una larga lista de clientes de una base de datos propia para ofrecerles sus nuevos productos. En muchos casos se trata de personas que ya han realizado compras o que se han interesado por los artículos y que en principio serían receptivas a obtener información comercial sobre las novedades que se ofrecen.

Aunque la publicidad telefónica tiene muy mala fama, lo cierto es que lo que realmente molesta al cliente son los métodos empleados: llamadas demasiado agresivas o a deshora o de compañías a las que jamás han dado sus datos.

El personal de la oficina podría centrarse en el trabajo administrativo, que aumentará según crezca la empresa y el personal del centro subcontratado se encargaría de asegurarse una buena relación con el cliente mediante el teléfono, ya sea ofreciendo información a las personas que llaman o bien llamando a clientes para conocer su grado de satisfacción con lo ya adquirido y ofertarles nuevos productos.