¿Cuáles son los dulces navideños más típicos?

Dulces típicos como los mantecados, polvorones o turrones artesanos endulzan la Navidad, época de intensa demanda para el sector repostero, donde la innovación sigue teniendo su público. No obstante, el consumidor medio prefiere los sabores tradicionales.

El turrón, en cualquier variante, en especial las de Jijona y de Alicante, triunfa en todos los hogares españoles. Introducido por los árabes durante el periodo medieval, este dulce sorprende por su flexibilidad, pues a los ingredientes básicos (azúcar, almendra y miel) pueden añadirse otros como el chocolate, la naranja, la trufa o el café. Popularmente, se habla de turrón duro y blando, sin más.

Las almendras y el azúcar también figuran en la fórmula del mazapán, uno de los bocados más antiguos de nuestra gastronomía, dado que se remonta al Siglo de las Cruzadas, si bien no alcanzaría fama hasta varios siglos después. Además de los ingredientes citados, contiene clara y yema de huevo.

En estas fechas se consume con gusto, igualmente, el mantecado, formado a partir de harina y azúcar y la manteca de cerdo a la que debe su nombre. Guarda similitudes más que notables con el polvorón, distinguiéndose de este en el mayor porcentaje de manteca y en la ausencia de saborizantes como el limón o el clavo.

Fuera de nuestras fronteras, la Navidad también se disfruta a todo sabor. En la vecina Italia se consume il torrone, la versión transalpina del turrón que degustamos en la Península. Más privativo de su gastronomía es el panettone, esencialmente un bollo de masa brioche con frutas y pasas en su interior.

Para los daneses, diciembre tiene sabor a risalamande, es decir a arroz con leche, azúcar, crema y almendras. Para los alemanes, esta época es una invitación sincera a degustar las galletas springerle, de textura mantecosa y sabor a anís, o las plätzchen, cuyo gusto a vainilla y almendras resulta más familiar para el consumidor mediterráneo.