La palabra «divorcio» siempre me había parecido lejana, algo que les sucedía a otros, no a mí. Pero aquí estoy, en Vigo, buscando abogados especializados en derecho de familia para que me guíen en este laberinto emocional y legal. La decisión no fue fácil, y la tristeza aún me acompaña, pero sé que es el camino correcto para ambos.
Los primeros días fueron un torbellino de emociones: incredulidad, rabia, tristeza… y la angustia de no saber cómo afrontar el futuro. Pero poco a poco, fui consciente de que necesitaba ayuda profesional. No solo para gestionar los aspectos legales, sino también para tener un apoyo objetivo en un momento tan delicado.
Me puse a investigar abogados Vigo con experiencia en divorcios. Busqué referencias, leí opiniones y pedí recomendaciones. Quería encontrar a alguien que no solo fuera un experto en leyes, sino también una persona comprensiva y empática. Alguien que me hiciera sentir escuchada y respetada.
Las primeras consultas fueron difíciles. Explicar mi situación, revivir momentos dolorosos… pero también sentí alivio al ver que había profesionales dispuestos a escucharme y a ayudarme. Me explicaron los diferentes tipos de divorcio, los trámites legales, la importancia de llegar a un acuerdo amistoso si era posible.
Elegí un despacho de abogados que me transmitió confianza desde el primer momento. Me sentí arropada por su calidez y profesionalidad. Me explicaron cada paso del proceso, me informaron de mis derechos y me ayudaron a tomar decisiones informadas.
Saber que tengo a alguien que vela por mis intereses me da tranquilidad. El divorcio es un proceso complejo, con muchas aristas, y tener un abogado a mi lado me permite centrarme en lo más importante: mi bienestar emocional y el de mis hijos.
Sé que el camino no será fácil. Habrá momentos de incertidumbre, de tensión y de tristeza. Pero también sé que tengo la fuerza para superarlo. Y tener el apoyo de profesionales expertos en derecho de familia en Vigo me da la confianza para afrontar esta nueva etapa de mi vida.
Este divorcio no es el final de mi historia, sino el comienzo de un nuevo capítulo. Un capítulo en el que aprenderé a reconstruirme, a valorarme y a ser feliz. Y estoy agradecida de tener a mi lado a personas que me acompañarán en este proceso.