A todo el mundo que le gusta construir cosas por sí mismo les gusta ir a las tiendas de bricolaje que es donde de verdad se inspiran para sus inventos y sus próximas reformas. Antes solamente teníamos las pequeñas ferreterías en las que podíamos comprar pequeñas herramientas para pequeños trabajos, pero hoy en día disponemos de grandes naves industriales dedicadas a la construcción y al bricolaje, en estas tiendas puedes encontrar infinidad de herramientas y de materiales que no podíamos encontrar en las pequeñas ferreterías de barrio, lo cual supone un serio problema para los propietarios de esas ferreterías que pierden clientes a una velocidad de vértigo, no pueden competir con las grandes superficies que al comprar más cantidad de género tienen la opción de vender a precios más baratos, que es lo que atrae a los clientes.
Es normal que la gente se dedique al bricolaje en su casa ya que no todo el mundo se puede permitir pagar a una persona para que le arregle las cosas de casa, por lo que deciden aprender ellos mismos a hacer las labores de bricolaje que les pueda permitir ahorrar unos cuantos euros, y muchos a la vez se dan cuenta de que aún por encima les gusta hacer las labores de bricolaje por sí mismos, y acaban aficionándose cada vez más y aprendiendo cada vez más cosas sobre herramientas y materiales que podrán utilizar en proyectos futuros. Además los trabajos de bricolaje que se suelen hacer en una casa particular suelen ser bastante sencillos, por lo que cualquiera puede hacerlos solamente se necesita ganas para hacerlo lo mejor que puedas y un poquito de paciencia, ya que aunque sea sencillo las cosas no salen casi nunca bien a la primera, por lo que hay que probar varias veces para que nos quede perfecto, pero poco a poco iremos mejorando hasta dominar todos los aspectos del bricolaje, hay que ser un poco tenaces y no venirse abajo cuando no te salgan las cosas como las habías planeado en un principio, perseverar es la clave en todo lo que se hace en la vida y también en el bricolaje.