Vanguardista y emblemática a partes iguales, Hamilton se ha distinguido durante su historia como una de esas marcas relojeras que no pasan desapercibidas. Comenzó su andadura a todo tren, pues sus primeras creaciones a fines del siglo XIX fueron ampliamente utilizadas en el sector ferroviario por su altísima precisión. Estos primitivos relojes de bolsillo (modelos 936, 926, 992, etcétera) sentaron los cimientos de su legado.
En la demanda de Distribuidor Relojes Hamilton en Vigo siempre han influido celebridades de la gran pantalla. Desde que Marlene Dietrich se mostrase en la película Shanghai Express con uno de los cronógrafos de esta marca, su asociación con el cine ha sido constante. De ahí que los relojes Hamilton puedan verse en la muñeca de los personajes de Ocean’s Eleven o la saga James Bond.
Décadas antes, sin embargo, Hamilton aprovisionó a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos con relojes duraderos y económicos, prestando así un servicio clave a sus soldados en el contexto de la Primera Guerra Mundial. De hecho, fue este conflicto bélico lo que provocó el mayor punto de inflexión en la cadena de producción de Hamilton: pasar de diseñar relojes de bolsillo a diseñar relojes de pulsera. Ya no habría vuelta atrás.
La industria aeronauta ha despertado el interés de no pocas marcas relojeras, y Hamilton no es una excepción. Las primeras líneas de correo aéreo en Estados Unidos se cubrieron con ayuda de cronógrafos Hamilton. La primera travesía en avión hasta el Polo Norte, hazaña de Richard E. Byrd, se cronometró con un reloj de la marca estadounidense.
Hamilton también ha tenido éxito en procesos judiciales que amenazaba su naming, por ser idéntico al apellido del heptacampeón de Fórmula Uno, Lewis Hamilton. Cuando el piloto inglés emprendió acciones legales contra la Hamilton Watch Company por uso indebido de marca comercial, la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) se posicionó a favor de la compañía, en activo desde 1892.