Es lo que tiene la globalización de la moda: todos vestimos igual. Podréis decir que es mentira, que la juventud va estrafalaria, pero en realidad en líneas generales todo el mundo viste de forma muy similar. Los más jóvenes siguiendo las tendencias que se imponen desde Estados Unidos, exportadas sobre todo a través de la música. Lo del estilo rapero tiene guasa, teniendo en cuenta que la tradición de esta música España es mucho menos importante que al otro lado del Atlántico.
Pero no vamos a cargar solo contra la moda de los más jóvenes. Lo de los adultos todavía es peor. Todos iguales, vestidos por Zara, H&M, Primark, etc. Y para ejemplificar este hecho sirva de anécdota la siguiente y verídica anécdota que terminó con un Cerrajero barato en Santander 24h como protagonista.
Como todos los jueves, terminamos el curso a las 9 de la noche. La gente al salir suele ir con prisas. La cena, la caña, el fútbol… Siempre hay una razón para ir corriendo por las calles de cualquier ciudad. El caso es que en el aula del curso no hay demasiado espacio y algunas personas dejan sus abrigos sobre una mesa que hay a la entrada.
Cuando me dispongo a salir rumbo a mi casa, una alumna me detiene sofocada al grito de: “¡este no es mi abrigo, este no es mi abrigo!”. Y yo pensando: “me queda una hora hasta casa y todavía tengo la cena sin hacer, no estoy para bromas con abrigos”. Pero me quedé a escuchar la historia.
La mujer sostenía un abrigo que era igual que el suyo (pero no era el suyo) y decía que otra alumna se había llevado el suyo por equivocación. En definitiva, que los dos abrigos eran iguales, y la primera mujer que marchó se confundió. La cosa no hubiese sido tan grave si la mujer no hubiese dejado sus llaves en dicho abrigo. “Y ahora no puedo entrar en casa”.
Intentamos ponernos en contacto con la mujer pero fue imposible. Hubo que llamar a un cerrajero barato en Santander 24h. Zara tuvo la culpa de todo.