El sector relojero facturó a nivel internacional cerca de 10 millones de relojes durante el año de la pandemia, lo que demuestra la fortaleza de este mercado incluso en tiempos difíciles. No todas las firmas relojeras cierran el año con beneficios, sin embargo. Existe una selecta minoría de marcas que alcanza cifras de venta de récord cada año.
Cualquier Distribuidor Oficial Rolex Vigo reconocería que el éxito de la marca suiza no ha decaído en los últimos años. Fundada por Hans Wilsdorf en 1905, Rolex ha logrado asociar su ‘corona’ dorada con la alta sociedad. La calidad material y eficacia relojera de sus creaciones no desmerece el elevado precio que soportan. Ocupa el puesto número 71 en el ranking de las marcas más relevantes del mundo, según BusinessWeek.
La multinacional Patek Philippe es otro de los máximos exponentes del sector relojero suizo, además de una de las marcas más vendidas del sector. Como sucede con Rolex, se ha convertido en sinónimo de alto standing, siendo de hecho uno de los fabricantes más caros. A modo de ejemplo, destacaremos que su modelo más costoso alcanzó los 31 millones de dólares: el Patek Philippe Grandmaster Chime.
Pese a su temprana fundación en 1999, Richard Mille ha alcanzado un alto nivel en vanguardia, artesanía y sofisticación. El diseño esférico e innovador de su gama relojera ha distinguido a este fabricante, capaz de aceptar desafíos como su fama de cronógrafos tourbillon con ratrapante.
Por su parte, Omega supera a las anteriores no en términos de precio y de calidad, donde fácilmente las iguala, sino en historia. Porque hay relojes que no marcan la hora, marcan una época, y varios modelos de Omega —el Speedmaster con el que Neil Armstrong y Buzz Aldrin alunizaron en 1969, por ejemplo— dejaron una honda huella en la sociedad. Que en 1932 se convirtiese en el primer proveedor oficial de las Olimpiadas no hizo sino engrandecer su legado.