¿La odontología cosmética está cubierta en los seguros de salud?

Incluso en un seguro dental completo, las compañías aseguradoras distinguen entre las intervenciones de restauración y las de cosmética oral. Al primer grupo pertenecen tratamientos como los empastes o las coronas y se proponen, a grandes rasgos, detener el avance de enfermedades como la caries, restablecer la función de los dientes y mejorar la estética dental.

En cambio, los tratamientos de odontología cosmética se enfocan exclusivamente en mejorar la apariencia de la sonrisa, sin que exista una justificación médica. Se contrapone, por tanto, a la odontología restauradora y es la razón de que las aseguradoras den a sus procedimientos un trato distinto en las pólizas.

En general, los seguros dentales excluyen de sus pólizas la mayoría de los tratamientos de cosmética dental. Esto incluye, por ejemplo, a las carillas, láminas de porcelana o circonio que se adhieren a la cara visible del diente para mejorar su apariencia y blancura. Dado que no existe obligación de someterse a este tratamiento (en otras palabras, es electivo), las compañías de seguros no suelen responsabilizarse de su coste, que asciende a quinientos euros en determinadas clínicas.

Otro de los procedimientos más demandados en esta especialidad es la corrección de la posición de los dientes. Esta imperfección se trata con ortodoncias capaces de aplicar fuerzas moderadas pero constantes en las piezas dentales. No obstante, si la desalineación de la dentadura ocasiona problemas de mal oclusión, podría justificarse ante el seguro que el tratamiento es necesario por motivos de salud oral.

La cirugía plástica periodontal, por su parte, es otro servicio muy solicitado en odontología cosmética. El público objetivo de esta intervención son las personas con encías demasiado altas que afean la sonrisa, sin ocasionar dolor ni problemas de oclusión. No obstante, las pólizas de salud son flexibles con respecto a ciertos tratamientos de estética dental, como sucede con el blanqueamiento.