¿Alguna vez te has planteado si estás organizando bien tu nevera? ¿No? Bueno, tampoco es que la organización de tu nevera sea un asunto de importancia capital pero son esas pequeñas cosas que pueden hacerle a uno la vida más fácil. Porque seguro que muchos de vosotros metéis las cosas en la nevera de cualquier manera, sin orden, ni concierto.
Yo mismo he hecho un uso muy extraño de los cajones y las baldas de la nevera durante años. Recuerdo que en una de mis primeras neveras guardaba las latas de bebida en el cajón indicado para la carne, el pescado y otros productos frescos. Se supone que esos cajones reciben un flujo extra de frío además de estar aislados precisamente para que la carne y el pescado se mantengan en mejor conservación durante más tiempo. Pues yo metía ahí las latas porque había bastante espacio y no sabía qué hacer con ese cajón.
O cuando empecé a apilar cartones de centrallechera en la zona superior de la nevera en la que deberían ir los productos que necesitan menos frío. En las actuales neveras, en la mayoría de ellas al menos, vienen preciosos símbolos que indican qué tipo de alimento debe ir en cada zona. Normalmente, en la zona inferior del frigorífico suelen estar cajones para frutas y verduras. De un tiempo a esta parte, estos cajones suelen estar llenos en mis neveras… pero hace unos años guardaba ahí cualquier cosa ya que la fruta y la verdura no era lo más habitual en ella.
En las baldas de las puertas solemos dejar las botellas, los frascos, los huevos, las salsas y demás… Para esto no hay que un superdotado, más que nada por una cuestión de espacio: no se puede poner un pollo en las estrechas baldas de la puerta. Así mismo, se suele recomendar que en la zona superior de las neveras, que no reciben generalmente tanto frío, coloquemos los yogures. Yo que compró un montón de yogures centrallechera tengo esta parte siempre bien llena. Y, por favor, en el cajón especial en el que aparece un dibujo de carne y pescado… pues eso: no apiles ahí la Coca-Cola y la cerveza.