4 ventajas del pescado congelado

El pescado congelado, sobre todo el de marcas de confianza como elmar congelados, está siempre presente en nuestras cocinas. Durante algún tiempo gozó de cierta mala fama y de una leyenda negra que le daba fama de mala calidad. Pero lo cierto es que hoy ya nadie tiene dudas de que este producto es un imprescindible para todos y que es la mejor manera de poder consumir ciertas especies.

No todo el mundo puede ir a un mercado a comprar pescado fresco o puede hacer la compra a diario y el pescado congelado permite poner este producto en la mesa con la frecuencia que se desee y sin preocupaciones, pero tiene también otras ventajas.

1) Su precio es el mismo durante todo el año. Uno de los problemas del pescado es la variación que puede llegar a sufrir en su precio. En primer lugar, muchas especies dependen de la época del año para poder llegar a nuestras mesas. Esto hace que el tiempo que están disponibles puedan gozar de mucha demanda lo que eleva los precios.

Pero incluso otros pescados disponibles todo el año pueden subir mucho en fechas determinadas, como la Navidad, o en los momentos en los que hay temporal y los barcos no pueden salir a pescar como de costumbre. Sin embargo, el pescado congelado está todo el año al mismo precio y siempre resulta económico.

2) Está listo para ser consumido. Sea en rodajas o en filetes, el pescado congelado ya está listo para descongelar y cocinar. Antes de congelarse se limpia y se prepara, por lo que todo ese trabajo nos lo ahorramos. Además, podemos elegir la presentación que más nos gusta sin tener que esperar a que nos lo preparen.

En algunos casos, podemos encontrar pescado congelado que ya está rebozado. Este tipo de presentaciones gustan especialmente a los niños y dan muy poco trabajo, siendo ideales para salir de un apuro y preparar una rica cena en muy poco tiempo.

3) No hay que preocuparse del anisakis. El anisakis es sumamente común en muchas especies de pescado, como por ejemplo la merluza. Por eso, no podemos consumirla recién comprada ni tan siquiera cuando nos parece que está limpia ya que puede tener larvas de estos gusanos en su carne. Esto nos obliga a congelar y tener el pescado varios días en el congelador antes de poder tomarlo.

Con el pescado congelado no hay problema, ya ha pasado el proceso y podemos llevarlo a casa y descongelarlo para consumir ese mismo día. Es, por tanto, una manera muy segura de comer pescado sin preocuparse de estos parásitos.

4) Si el proceso es correcto, su sabor es muy bueno. Todo el proceso debe de ser el correcto, se debe de congelar de forma rápida y no se debe de romper la cadena de frío en ningún momento durante su transporte. Si luego en el hogar se respeta la forma de conservarlo y se descongela despacio y en el frigorífico, tendremos un producto de alta calidad y con un gran sabor.