Contratar a un experto

Lidia se quedó mirando el imponente edificio que tenía delante, tragando saliva. Nunca se había llevado bien con las figuras de autoridad, y ésta iba a ser su primera reunión con su nuevo abogado especialista en quiebras. Respiró hondo y entró.

«Buenos días», le dijo la recepcionista. «¿Tiene usted una cita?»

«Sí, la tengo» Lidia sacó el papelito con la hora y la fecha. «Vengo a ver al señor Jameson»

La recepcionista comprobó la pantalla de su ordenador y asintió. «La está esperando. Por favor, tome asiento en su sala de espera»

Lidia hizo lo que le dijeron, tratando de calmar su corazón acelerado. No tenía ni idea de lo que podía esperar de esta reunión, pero esperaba algún tipo de solución a sus problemas financieros. Después de lo que parecieron horas, la puerta de la sala de espera se abrió y un hombre se paró allí, extendiendo su mano para que Lidia la estrechara.

«Hola, soy el Sr. Jameson», le dijo cordialmente. «Por favor, pase a mi oficina para que podamos discutir su caso»

Mientras Lidia le seguía a su despacho, no podía evitar sentirse esperanzada de que él pudiera ayudarla a salir de este lío en el que se había metido. Después de explicarle todo, incluido el motivo por el que se había retrasado en los pagos, el señor Jameson se sentó en su silla y la estudió detenidamente. Finalmente, volvió a hablar.

«Basándome en lo que me ha contado, creo que puedo ayudarla a empezar de nuevo a través de nuestra ley de segunda oportunidad» Hizo una pausa y continuó cuando Lidia pareció confundida. «No se trata de un mecanismo para evitar el pago de sus deudas o de los autónomos en sí; su único objetivo es la reestructuración de los planes de pago que conduzcan a un reequilibrio entre los acreedores frente a los deudores sin poner en peligro su patrimonio presente o futuro y que, en última instancia, conduzcan a la exoneración de dichos deudores si se comprueba que éstos no pueden encontrar los medios para pagarlos sin poner en peligro lo anterior.»

«Como experto en ley segunda oportunidad en vigo puedo ayudarle a empezar de nuevo». Hizo una pausa y continuó cuando Lidia pareció confundida. «No se trata de un mecanismo para eludir el pago de sus deudas o de los autónomos en sí; su único objetivo es la reestructuración de los planes de pago que conduzca a un reequilibrio entre los acreedores frente a los deudores sin poner en peligro su patrimonio presente o futuro y que, en última instancia, conduzca a la exoneración de dichos deudores si se demuestra que éstos no pueden encontrar los medios para pagarles sin poner en peligro su patrimonio.»