Cuentas de ahorro: encuentra la más rentable

Conseguir una cuenta rentabilidad es cada vez más complicado. Hemos llegado a un momento en el que muchas personas parecen haberse resignado a pagar al banco para poder tener allí su dinero y para realizar todo tipo de gestiones: pagos mensuales por mantenimiento de la cuenta, pago por las tarjetas, pago por realizar transferencias que, para colmo, tardan en ser efectivas y así un largo etc.

Las cuentas de ahorro ofrecen intereses muy bajos y, al final, las cifras resultantes son claramente negativas. Por eso, lo ideal sería comenzar ahorrando en todo lo que el banco te cobra por tener tu dinero y por las operaciones que realizas cada día. Conseguir una cuenta corriente gratuita, sin comisiones y con servicios gratis es el primer paso para ahorrar.

Pero, además, esta cuenta corriente en la que tienes el dinero habitual para tu día a día debería de estar vinculada a una cuenta de ahorro. De este modo, en esta cuenta puedes tener un tope de dinero para que, una vez llegados a mitad de mes cuando se han pagado todas las facturas, todo lo que sobrepase ese tope entre en la cuenta de ahorro y comience a generar intereses.

Los intereses deben de cobrarse de forma mensual, así te pagan por lo que efectivamente tienes en ese momento. Y el dinero debe de tener total libertad de movimientos. No es lógico que si te surge un imprevisto, como una reparación en el coche, tengas que pedir dinero al banco a un alto interés porque no puedes retirar tus ahorros. Por tanto, el dinero debería de poder traspasarse de la cuenta de ahorro a la cuenta corriente en cualquier momento y de forma totalmente gratuita.

Cumpliendo estas condiciones, a los intereses que nos ofrezca la cuenta de ahorro hay que sumar todo lo que no hemos pagado por la cuenta corriente. Así es como se ve cuánto renta de verdad el dinero. Y es que hay casos en los que se ofrece un interés que puede parecer más alto, pero que una vez restados los gastos, se queda en nada o incluso arroja cifras negativas.

Este tipo de cuentas de las que se habla en el artículo se suelen encontrar en los bancos online, que carecen de oficinas físicas o tienen muy pocas en toda España, lo que les permite recortar gastos y, por tanto, ofrecer mayores ventajas a sus clientes.