Vivir fuera de la ciudad

Ya hemos entrado en fase de búsqueda. Como los alquileres están por las nubes, hasta el punto de que ya se habla en todas partes de la burbuja del alquiler, estamos pensando seriamente en comprar casa. Tanto han subido los alquileres que ya no supone una diferencia a nivel de ubicación. Antes podías vivir de alquiler en una buena zona porque el precio era asumible: ahora es imposible. Por eso estamos casi decididos a irnos fuera de la ciudad.

Pero tampoco queremos vivir muy lejos del centro, por motivos laborales. Tirarse una hora para recorrer 20 kilómetros por culpa de los atascos no es plato de buen gusto para nadie. Esta semana, aprovechando unos días de vacaciones, hemos ido a mirar pueblos al norte de la ciudad. Y cuanto más cerca, más caros.

Lo de comprar vivienda nueva no será tan sencillo. Mi mujer quiere que sea una casa nueva, pero por presupuesto mejor nos irían comprar una de segunda mano y, si fuera necesario, acudir a una empresa de reformas hogar para dejar la casa en las mejores condiciones posibles. Estamos hartos de ver programas de televisión sobre reformas en los que los protagonistas ahorran dinero comprando casas para reformar en vez de vivienda nueva para entrar a vivir. La clave está en organizarse bien y tener muy claro de cuanto presupuesto dispones.

Uno de los problemas de comprar para reformar es el tiempo. Sucede en esos programas de televisión: los clientes siempre están metiendo presión a los profesionales para que terminen en x semanas, porque, mientras tanto, deben vivir en algún lado… Está claro que las reformas hogar también tienen su letra pequeña.

Pero, como le digo a mi mujer, está opción es la más factible si queremos vivir en una zona relativamente cercana al trabajo y no pagar más de la cuenta. Y luego está lo de vivir lejos. Hemos visto algunas urbanizaciones más alejadas de la ciudad que ofrecen casas muy bonitas y con todo tipo de servicios. Per échale una hora y media para llegar al centro. En fin, todavía hay tiempo para decidirnos.