Vehículos abandonados en el aeropuerto: ¿qué sucede con ellos?

El abandono de vehículos es un mal relativamente extendido en España, donde se producen al año más de 50 mil casos de turismos y ciclomotores estacionados cuyo propietario jamás vuelve a reclamarlos. Cuando este abandono tiene lugar en el Parking aeropuerto barajas u otro recinto parecido, el procedimiento a seguir se aparta de la senda habitual.

 

Aparcar y desentenderse de un coche, moto u otro vehículo es una falta grave que en España se sanciona con hasta 1.500 euros de multa. Sin embargo, el castigo económico no es una medida suficientemente disuasora como prevenir el abandono de vehículo, que quedan temporalmente en manos de la empresa propietaria del parking o de la entidad pública a cargo de su administración.

 

En aeropuertos, el primer responsable de su gestión de la asociación de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), entidad que administra 46 de los 48 centros aeroportuarios existentes en nuestro país y que, para regular la retirada de vehículos abandonados, se atiene a la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.

 

Dicha ley establece que los vehículos que permanezcan aparcados en un mismo lugar durante un lapso superior a 6 meses, deberán considerarse abandonados y procederse a su retirada mediante los trámites habilitados a tal efecto. Por fortuna para los propietarios legítimos del vehículo, estos trámites no siempre llegan a cursarse. Por activa y por pasiva, el personal de AENA contacta con el propietario en cuestión, notificándole la situación irregular y recordándole la obligación de retirar el coche o moto y de abonar la deuda correspondiente por el tiempo estacionado en las instalaciones aeroportuarias.

 

Si la respuesta es negativa o resulta imposible contactar con el interesado, AENA o la entidad gestora correspondiente informa del vehículo abandonado a la Policía Nacional. Cuando la petición de retirada vehicular recibe el visto bueno ante la Jefatura Provincial de Tráfico, el personal autorizado iniciará el proceso de retirada, dando al vehículo un tratamiento residual de acuerdo con la normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT).